«No es casual que esta historia llegue a sus vidas. Significa que están preparados para entender que ningún copo de nieve cae en el lugar equivocado», nos dice el narrador, que ha empezado a trabajar como plomero. De camino a la casa de un cliente que asegura oír ruido de agua en una pared —una fuga fantasma, porque no hay rastro de humedad—, se detiene ante la cristalera de un centro cultural en el que hay una exposición. En la sala vacía, la artista descuelga uno de sus cuadros y hace algo inaudito. La artista se llama Clara, y el narrador queda atrapado por esa acción, que será el inicio de... continue